septiembre 8, 2024
Misticismo Sufí en Al-Andalus

Misticismo Sufí en Al-Andalus

Un vistazo a parte del misticismo que alumbró una época dorada

La mística en la España musulmana no es exclusiva de época nazarí sino muy anterior ya que imperaba en el Islam desde el siglo XI. Se desarrolló con gran fuerza en las zonas más próximas del Magreb, que estaba estrechamente vinculado al mundo andalusí. Los maestros a ambos lados del Mediterráneo fueron los mismos y también las doctrinas. De esto nos da referencia Ibn Battuta:

Encontré en Granada al jeque de jeques y sufí relevante, el alfaquí Abu Ali Umar, hijo del pío y devoto jeque Abu Abadía, en cuya zagüía, extramuros de la ciudad, permanecí varios días recibiendo sus exquisitos agasajos. Con él visité al morabito, famoso por su baraka, que se conoce por Rábida del Águila. Este es el nombre de un monte que se alza sobre la población a una distancia de ocho millas, próximo a la ciudad de Elvira, hoy día en ruinas. Igualmente conocí al sobrino de Ibn al-Mahrûk en su zagüía denominada Las Bridas, en lo alto del arrabal del Nayd, fuera de Granada y cercano al monte de la Sabika.

Hay en Granada un grupo de faquires persas que radican en ella por su similitud con sus tierras de origen, por ejemplo, de Samarcanda, de Tabriz, de Konia, de Jurasán y de la India aparte de otros.

Los andalusíes exportamos sufismo. El santón de Ohanes recorrió medio mundo predicando sus doctrinas en la época de Alhamar. Un par de santones murcianos fueron nada menos que a la Meca y a Damasco a exportar sus ideas. En Málaga igualmente hay muchos santones y personajes importantes. Los sultanes Muhammad II e Ismail tuvieron un secretario llamado Safwan que era un destacado poeta y un sufista de primer orden. En una rábita de Málaga había reuniones de sufismo. Eran una especie de cofradía liderada por un célebre místico malagueño llamado al Sahili. Se reunían todos los viernes, comían sus pescaitos, rezaban lo que estaba mandado y luego recitaban incansablemente las jaculatorias de la cofradía hasta que se les hacía de día.

En Granada había también cofradías de místicos sufíes. Una especialmente ultra se reunía en el Albaycín. Tenía sus coros y sus expresiones bastante exaltadas. Algunas veces llegaban a molestar al poder constituido y se organizaban los líos consiguientes hasta que algún santón se aparecía en sueños al rey y todo quedaba en nada.

Otro sufí importante fue Abu Barakat de Velefique. Velefique es un pueblo muy pequeño de la Alpujarra almeriense. Este santón se crió en Almería y fue un hombre casto, sencillo, modesto, un asceta que vivía con lo imprescindible.

Estaba a lo que necesitaran de él o en compañía de sus maestros o en las mezquitas de las afueras de Almería haciendo sus retiros o sus reuniones. Otras veces se iba de viaje para adoctrinar a las gentes que le quisieran escuchar.

La mística nazarí existía en las tres grandes ciudades del reino nazarí, Granada, Málaga y Almería y arrastraba a muchas gentes. Esas reuniones místicas se daban también en los pueblos y hay constancia de ellas. En Caniles se reunían sufíes de los contornos para comer, entretenerse, rezar, recitar versos y ponerse en trance, místico por supuesto.

El modo de vida de estos santones es el de los anacoretas y eremitas cristianos. Vivían con recogimiento, renunciaban a todo y estaban en contacto con Dios por la oración.

(Los reyes de la Alhambra – Francisco Bueno)